miércoles, 9 de marzo de 2011

Cerca y lejos de tí

Nunca quisiste aceptar la realidad. Te escondiste en un rincón y dejaste pasar tu vida como si no fuera nada, cuando te diste cuenta ya era demasiado tarde porque eras muy mayor y ya no tenías fuerzas para corregir tus errores. No te guardes odio ni rencor porque tú no tuviste la culpa, quien tuvo la culpa fuí solamente yo; nunca te enseñé a afrontar los problemas cara a cara. No teniamo padres y yo era la única persona que te podía enseñar, porque era tu hermana mayor. Era tú único familiar y nunca estuve contigo; sin embargo, me separé de ti para ir a estudiar al extranjero y te dejé en un orfanato cuando eras muy pequeño y no sabías nada.
Ahora me arrepiento, pero ya no puedo hacer nada por tí, porque ahora estás luchando contra la muerte y si nunca despertaras, jamás me conocerías. Por eso desde el asiento que está al lado de tu cama, rezo para que vuelvas a vivir y me puedas juzgar como es debido. Nunca me lo perdonaré si te pierdo.

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